La voz nos seduce y determinadas palabras con carga e intencionalidad erótica estimulan la liberación de dopamina, hormona que juega un rol importante en el deseo y la excitación sexual.
Pueden ser palabras de amor, sexuales, de mayor o menos intensidad, o incluso obscenas, al estilo de la coprolalia, que también elevan la excitación a bastantes personas, no lo olvidemos.
Es casi más importante el cómo que el qué. La actitud es fundamental, no lo olvides. De nada sirve ponerte en formato ‘hot’ si tu actitud es fría como un témpano. Modula tu voz para conseguir el matiz adecuado y la reacción que esperas en la otra persona.
Susurros, secretos, suspiros, respiraciones profundas en el momento adecuado, hablar mordiéndose el labio o alargar determinadas palabras pueden dotar a una misma palabra o frase de una intencionalidad muy diferente.
Atrévete a ser creativo e inspírate.
Texto Ana Sierra